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Estética Dental

La Biomimética es el arte de crear Restauraciones Dentales que estén en Armonía con la Naturaleza, a través del conocimiento, dominio y experta manipulación de los diferentes sistemas cerámicos y adhesivos disponibles.

La sonrisa genuina, también llamada Sonrisa de Duchenne, es aquella que surge en el rostro de manera espontánea, sincera y natural. Indudablemente es un signo expresivo de bienestar que fomenta la sociabilidad y favorece la comunicación entre las personas.


Dra. Filomena Montemurro Tafuri

Prostodoncista

DENTAL VIP, Especialidades Odontológicas s.c.

Preguntas Frecuentes

Una fotografía intraoral proporciona una visualización instantánea de los dientes en tiempo real. Con ella se pueden observar detalles difíciles de apreciar a simple vista; y además, permite que el paciente opine y participe activamente en la elaboración de su plan de tratamiento. Otra ventaja de la fotografía seriada es el almacenamiento de imágenes para futuras comparaciones del antes y después del tratamiento.

Consiste en hacer un estudio digital detallado de las características dentales, gingivales y faciales de una persona al sonreír para identificar qué cambios o modificaciones serían favorables, desde el punto de vista estético, para armonizar y embellecer el aspecto de su sonrisa. La ejecución clínica del diseño podría ser muy conservadora, desde un simple recontorneado y blanqueamiento dental, hasta intervenciones más invasivas como ortodoncia, cirugía de encías, confección de carillas, coronas totalcerámicas, e incluso; cirugía maxilofacial. Todo depende del caso y de las expectativas del paciente.

Cuando el paciente sea mayor de edad, desee mejorar su apariencia física y no escape su percepción estética de la realidad. Es verdaderamente aterrador ver a personas con dientes que simulan “teclas de piano”, exageradamente largos, blancos y monocromáticos; sin armonía con sus parámetros y rasgos propios y elaborados sin tomar en consideración que cada ser humano es una entidad exclusiva e individual. El diseño de sonrisa es una herramienta invalorable en el campo de la Odontología Cosmética; siempre y cuando se utilice con ética, sensatez y verdadero criterio estético.

Raza, sexo, edad, personalidad, tamaño y forma de la cara, biotipo y estado gingival, línea de la sonrisa, tipo de oclusión o mordida, y por supuesto; las preferencias y gustos particulares del paciente. También es muy importante trabajar siempre bajo el precepto de la proporción áurea o divina, tratar en lo posible de que las nuevas restauraciones guarden sintonía con uno de los parámetros más utilizados en cirugía plástica y medicina estética; aquel que sugiere que una relación proporcional de 1/1,618 entre el tamaño de elementos próximos y bien definidos, será garantía de éxito en la expresión y proyección de armonía, belleza y naturalidad.

Como todo tratamiento estético, la indicación de realizar o no un blanqueamiento dental está determinada por la percepción y necesidades propias del paciente. Este procedimiento nos permite eliminar manchas y pigmentaciones dentarias de origen extrínseco y aclarar el tono del color de toda la dentadura.

Cuando el paciente tenga caries, enfermedades periodontales activas o sensibildad dental extrema. Además, en los casos de manchas intrínsecas o excesivamente oscuras como las ocasionadas por tetraciclinas, hemorragias pulpares internas, alteraciones en la formación histológica del esmalte y dentina; y las originadas como producto de la corrosión de antiguas restauraciones metálicas. En estos casos, estaría indicada la realización de carillas o coronas cerámicas para lograr el cambio de color deseado.

Los blanqueamientos caseros que se expenden en tiendas y farmacias poseen una concentración muy inferior a los que se utilizan en consulta. Tal fenómeno obedece al hecho de que las cubetas para su aplicación son universales y no están confeccionadas a medida, condición que imposibilita evitar el contacto del peróxido blanqueador con las encías y mucosas del paciente. Si esos productos tuvieran una concentración profesional, causarían grandes daños y lesiones cáusticas a los tejidos periodontales.

Al entrar en contacto con la saliva, se descompone en peróxido de hidrógeno y urea. Por su bajo peso molecular, el peróxido de hidrógeno penetra con facilidad los prismas de esmalte y canalículos dentinarios, en cuyo interior es metabolizado por ciertas enzimas como la catalasa, peroxidasa e hidroperoxidasa; liberándose como producto final moléculas de oxígeno que reblandecen y eliminan los pigmentos y desechos interplasmáticos. La luz azul de alta intensidad actúa como catalizador, suministrándole energía a la solución blanqueadora para acelerar su difusión y oxidación dentro de la estructura dentaria.

El color de los dientes está determinado genéticamente y se evalúa con una guía cromática estandarizada de 15 tonos. Gracias a un blanqueamiento con peróxido de carbamida podemos aclarar entre 1 y 10 tonos, lo que implica que una sonrisa muy amarillenta o grisácea pueda volver a lucir su blanco original. Los resultados suelen perdurar entre 2 y 7 años, todo depende de los hábitos alimenticios, higiénicos y sociales del paciente. En individuos fumadores, consumidores habituales de bebidas oscuras (colas, café y té) y con dietas altas en cítricos (kiwi o piña), la duración del resultado puede verse considerablemente comprometida.

¡En lo absoluto! Es un tratamiento conservador que ni siquiera requiere anestesia dental; sin embargo, en muchos casos puede generar un aumento pasajero de la sensibilidad dentaria. Esta hipersensibilidad se considera normal y es controlada con el uso de dentífricos especiales y geles desensibilizantes a base de flúor.


Con el paso de los años, los dientes se desgastan y sufren microfracturas que alteran su forma natural y envejecen el aspecto de la dentadura. Con solo realizar pequeños desgastes de los bordes y ángulos dentarios; es posible recuperar de inmediato la morfología perdida y la apariencia original de la sonrisa. Es un procedimiento indoloro, rápido, seguro y muy económico.

En la última década ha sido asombroso el desarrollo de los biomateriales odontológicos. Hoy en día contamos con composites o resinas compuestas por material de relleno nanométrico que proveen excelentes propiedades físicas y estéticas, y con las cuales es posible lograr restauraciones adhesivas directas (hechas en boca por el Odontólogo) anteriores y posteriores, perfectamente lisas y pulidas; de brillo, color y textura similar al esmalte dental. Se indican para el tratamiento de caries, fracturas y defectos estéticos de poca extensión.

Para la fabricación de carillas, coronas e incrustaciones en el laboratorio, la gran novedad es la utilización de cerámicas (popularmente llamadas porcelanas) a base de Óxido de Zirconio (ZrO2) y Disilicato de Litio (LS2), con altísima resistencia a la flexión y fractura que permiten prescindir por completo del uso de aleaciones metálicas de base, y en consecuencia; mejorar drásticamente las propiedades de transparencia, fluorescencia y opalescencia de los dientes restaurados. Entre las cerámicas de última generación más utilizadas están: DC-Zircon® (DCS), Cercon® (Dentsply), In-Ceram® YZ (Vita), Procera® Zirconia (Nobel Biocare), Lava® (3M Espe) e IPS e.max® (Ivoclar); entre otras.

Es un tipo de restauración indirecta (se fabrica en el laboratorio) que se utiliza para reconstruir estéticamente dientes posteriores endodonciados o muy destruidos. Es una excelente alternativa a la típica corona dental y según su extensión se clasifican en inlays, onlays y overlays. Generalmente se confeccionan con porcelanas feldespáticas o zirconiosas proporcionando un aspecto estético extraordinario.

Las carillas dentales son restauraciones directas hechas de composite, o bien, finas láminas de porcelana que se adhieren exclusivamente sobre la superficie anterior o cara vestibular de los dientes para mejorar su forma y apariencia. Las carillas dentales se usan para corregir dientes fracturados, manchados, desalineados, desgastados, separados o malformados.

Las incrustaciones y carillas son restauraciones de recubrimiento parcial, es decir, solo sustituyen una parte o porción del diente; mientras que las coronas restauran o reemplazan toda la parte visible del mismo. Las carillas se indican en los dientes anteriores, las incrustaciones en los posteriores y las coronas en cualquier diente de la cavidad bucal.

Todo depende de las condiciones y exigencias clínicas del caso. Antes de tomar una decisión, el Odontólogo Estético debe evaluar factores como el grado de integridad estructural del órgano, aspecto de los dientes vecinos, propiedades y características del esmalte, vitalidad pulpar, estado periodontal, índice de higiene oral, hábitos sociales y funcionales del paciente; entre otros. Al final, cada tipo de restauración tiene sus indicaciones específicas y solo un acertado criterio profesional, según el caso, nos dará la respuesta.

El cementado es uno de los pasos más importantes porque de él depende en gran medida la duración a largo plazo de las restauraciones en boca. Es fundamental que el clínico conozca y domine los distintos sistemas adhesivos para cada material cerámico y cada tipo de restauración. El cementado adhesivo promueve la formación de fuertes uniones químicas y mecánicas entre diente y porcelana.

¡No! Pueden fabricarse también de resinas compuestas mediante técnica directa, en una sola sesión y sin intervención del laboratorio dental; sin embargo, son mucho menos estéticas, menos resistentes y su vida útil menor que las de cerámica. Estas últimas pueden permanecer hasta 20 años en boca.

Depende del caso y su etiología. Si la causa de la sonrisa gingival es la sobreerupción de los incisivos superiores, la Ortodoncia es el tratamiento de elección; para nivelar la arcada, intruir los dientes y lograr la migración apical de su encía marginal. Si el problema es generado por una alteración de la erupción pasiva, por un verdadero exceso de encía sobre las coronas clínicas de los dientes; la gingivectomía o remoción quirúrgica del tejido anómalo será la solución. Ahora bien, si la condición obedece a una alteración del desarrollo facial, a un crecimiento vertical excesivo del maxilar superior (EVM); solo la impacción quirúrgica del mismo mediante una intervención de Cirugía Ortognática Maxilofacial (osteotomía de Le Fort I) solventará el problema.

Toda sonrisa está conformada por 3 elementos básicos: dientes, labios y encías. La gingivoplastía es un procedimiento que permite corregir la forma, tamaño y grosor de las encías; de modo que luzcan finas, delineadas y en perfecta armonía con los dientes. De igual forma, es también posible modificar casi por completo el aspecto, tamaño y grosor de los labios a través de una pequeña cirugía estética denominada Queiloplastía; habitualmente practicada por Médicos Especialistas en Cirugía Plástica Orofacial.


ESTOY MARAVILLADA CON MI NUEVA SONRISA, EL CAMBIO FUE DRÁSTICO Y ESPECTACULAR. MIS DIENTES ERAN MUY REDONDOS, PEQUEÑOS, AMARILLOS Y ALGO SEPARADOS. AHORA SON BELLOS COMO LOS DE LAS CELEBRITIES. SIN DUDA UN TRATAMIENTO QUE SUPERÓ CON CRECES TODAS MIS EXPECTATIVAS".

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