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<span class="bebas" style="font-family:Bebas Neue Bold;color:white;font-weight:lighter">Sedación y anestesia <br></br>general</span>

Sus principales objetivos son los de Garantizar el Bienestar y Confort del Paciente; suprimiendo por completo el dolor, el malestar físico y el estrés psicológico asociado a cualquier acto médico o quirúrgico.

Tanto la Sedación Consciente (SC) como la Anestesia General (AG) son procedimientos seguros y confiables; claro está, siempre y cuando se practiquen en condiciones ideales de infraestructura y dotación clínica, y por supuesto; bajo la responsabilidad de un Equipo Médico Altamente Especializado.


Dr. Castor José Garabán Povea

Anestesiólogo

DENTAL VIP, Especialidades Odontológicas s.c.

Preguntas Frecuentes

Por su gran efectividad, seguridad y ausencia casi absoluta de efectos secundarios, la anestesia local troncular o infiltrativa es la de elección para las intervenciones de rutina en Odontología y de cirugía oral menor en medios ambulatorios; mientras que la sedación consciente inhalatoria o con narcóticos intravenosos es la mejor opción para pacientes especiales o excesivamente aprensivos. La anestesia general solo es necesaria en los casos de cirugía mayor como la ortognática y maxilofacial.

La AG se puede definir como la intoxicación inducida, controlada y reversible del sistema nervioso central que produce inconsciencia, amnesia temporal, analgesia, pérdida de la sensibilidad, relajación muscular y supresión de los reflejos autónomos y sensoriales. Las drogas que se suministran cuentan con propiedades hipnóticas y pueden aplicarse de distintas maneras, pero generalmente suelen utilizarse las vías inhalatoria y endovenosa.

Es una técnica anestésica en la que se administra a los pacientes la combinación de uno o varios medicamentos que provocan una leve depresión del sistema nervioso central, sin pérdida de la consciencia; pero con alteración de la misma. Tiene efecto sobre el dolor, ya que al disminuir la ansiedad se eleva el umbral doloroso, facilita la administración del anestésico local sin que la persona se entere y, a la dosis correcta; produce también amnesia, de forma que el paciente tenga poco o nada que recordar del procedimiento.

Básicamente que en la sedación se preservan los reflejos, el control de la respiración y la capacidad de respuesta a los estímulos táctiles y verbales. En la anestesia general, el paciente está dormido en un sueño profundo, y se requieren frecuentemente la protección de la vía aérea y la ventilación asistida. Además, la función cardiovascular suele verse también alterada, por lo que se hace pertinente la constante monitorización de los signos vitales. Ninguna es mejor que otra, y simplemente cada una tiene sus indicaciones. En Odontología, la anestesia general para los procedimientos más extensos, complejos e invasivos, como la cirugía maxilofacial o colocación de implantes cigomáticos por ejemplo; y la sedación, para la gran mayoría de las intervenciones orales en circunstancias particulares.

Oxido Nitroso combinado con Oxígeno (N2O:O2) por vía inhalatoria; y por la endovenosa las Benzodiazepinas como el Diazepam y el Midazolam, el Propofol, Tiopental Sódico, Fentanilo, Ketamina, Etomidato y/o cualquier combinación de ellos. Además, el anestésico local de preferencia, usualmente los pertenecientes al grupo amida; como la Lidocaína o Mepivacaína.

La realización de cualquier acto médico puede tener siempre efectos adversos o indeseables, y la SC no es la excepción. Dentro de los posibles riesgos podemos encontrar las reacciones alérgicas, aspiración de secreciones a nivel pulmonar, hipoxia, hipoventilación, obstrucción de la vía aérea por cuerpos extraños y reacciones anómalas del sistema nervioso autónomo. Sin embargo, las complicaciones mencionadas rara vez se presentan, y en tal caso; la presencia de un Anestesiólogo garantizará una rápida y segura resolución de las mismas.

Realmente pocas, entre las que encontramos: historia de hipersensibilidad previa al procedimiento, insuficiencia respiratoria, insuficiencia hepática grave, embarazo, lactancia, alcoholismo, uso de estupefacientes, enfermedades psicóticas, oclusiones intestinales, algunos casos de glaucoma y/o cualquier otra condición sistémica que contraindique el uso de narcóticos.

Por supuesto que sí; sin embargo, habría que valorar muy bien si el coste y complejidad del tratamiento le compensarían verdaderamente en un caso tan sencillo como ese. Lo correcto es que antes de considerar la sedación, se hace pertinente agotar todos los medios persuasivos y relativos al condicionamiento de la conducta, los cuales muchas veces logran minimizar los niveles de ansiedad y modificar radicalmente la disposición hacia el tratamiento.

Verdaderamente no existe un claro consenso sobre las indicaciones para la utilización de estas técnicas en Odontología; sin embargo, dependen del análisis objetivo y subjetivo de múltiples factores asociados con el paciente, el profesional y el tratamiento. Dentro de las indicaciones más comunes encontramos:

  1. Niños o adultos con experiencias previas médico-odontológicas traumatizantes, y en los que no es posible lograr una comunicación positiva ni la cooperación necesaria para el tratamiento.
  2. Pacientes alérgicos a los anestésicos locales.
  3. Niños y adultos con discrasias sanguíneas, ya que la anestesia infiltrativa o troncular podría provocar hemorragias en los espacios látero-faríngeos.
  4. Personas con retraso mental, trastornos psicomotores, genéticos o musculoesqueléticos; que impidan el tratamiento convencional en estado de consciencia.
  5. Pacientes con cardiopatías congénitas en los que se vaya a practicar un tratamiento extenso o que contemple la remoción de procesos sépticos dentarios, restauraciones múltiples o de cirugía maxilofacial.
  6. Pacientes médicamente comprometidos y que su condición general requiera alivio de la ansiedad para prevenir riesgos mayores.
  7. Situaciones en las que determinemos que la anestesia local no logrará el efecto deseado por el tamaño, ubicación de la lesión y/o duración del procedimiento; como por ejemplo, la colocación de implantes múltiples en ambos maxilares.
  8. Pacientes odontofóbicos o con verdadero pánico al Odontólogo.

Es muy difícil, ya que generalmente los fármacos se emplean con dosis muy bien controladas que se metabolizan por completo en poco tiempo, permitiendo que el paciente despierte con total normalidad, como si de una larga siesta se tratase. No obstante, para dar el alta; la persona debe estar consciente y orientada, hemodinámica y respiratoriamente estable y sin necesidad de ayuda para la marcha.


La valoración preanestésica (VPA) es un protocolo de estudio que permite la evaluación del estado físico y de riesgo del paciente, para luego establecer un plan anestésico de acuerdo con sus condiciones particulares y reducir así la posibilidad de complicaciones. La VPA es obligatoria, ha demostrado su importancia y trascendencia en el campo de la Anestesiología y es un elemento principal de seguridad en la atención médica. Estudios recientes han demostrado que la falta de valoración del estado de los pacientes anestésicos influye en más del 70% de los accidentes intraoperatorios y fueron la causa de algunos fallecimientos ocurridos. La consulta preoperatoria debe tener lugar varios días antes de la intervención programada. El lapso previsto debe permitir la realización de las pruebas complementarias e interconsultas externas pertinentes, sesiones de terapia respiratoria en caso de ser requeridas, la abstinencia de tabaco y/o alcohol, e incluso; la administración de algún aporte nutricional específico.

¡A NUESTRO CRITERIO JAMÁS!, a menos que el centro cuente con instalaciones, equipos y materiales que garanticen un apropiado cuidado del paciente, y que incluyan al menos: un ambiente de quirófano anexo al salón dental, aparatos y equipos de anestesia, vías aéreas artificiales y tubos endotraqueales de todos los diámetros, catéteres intravenosos, válvulas y bolsas de asistencia respiratoria, máscaras laríngeas de todos los tamaños, cánulas orofaríngeas y nasofaríngeas de variadas dimensiones, cilindros de gas medicinal, sistema avanzado de monitorización, electrocardiógrafo, laringoscopio y video laringoscopio, fibrobroncoscopio para intubaciones difíciles, estimulador de nervios periféricos, sistemas de suministro de oxígeno, sistema de purificación de gases, sistema de aspiración, equipos de reanimación cardiopulmonar (RCP), sala de recuperación y planta eléctrica de emergencia con autonomía mínima de 3 horas continuas. Además, en los casos de AG, es imprescindible que la sala de operaciones se encuentre integrada a una clínica privada u hospital de envergadura; que cuente con terapia intensiva, un equipo médico multidisciplinar permanente y el personal auxiliar capacitado para atender cualquier posible eventualidad.

Con sinceridad, no conocemos en nuestra ciudad capital ninguna clínica dental que cumpla al 100% con estas demandas y que esté verdaderamente en capacidad de proporcionar un ambiente seguro y eficaz para los tratamientos con sedación, y menos aún; con anestesia general. En DENTAL VIP jamás ponemos en riesgo la vida de nuestros pacientes y siempre preferimos intervenir estos casos en espacios físicos ajenos a nuestra infraestructura habitual.

Básicamente el ayuno, para evitar la regurgitación y aspiración pulmonar del contenido gástrico tras la inducción de la anestesia, durante el transcurrir del procedimiento o en el postoperatorio inmediato. Los protocolos actuales de ayuno preoperatorio coinciden en la duración del lapso de tiempo durante el cual no debe ingerirse sustancia alguna, e indican; 2 horas para los líquidos claros y 6 para los alimentos más sólidos. Entiéndase por líquidos claros solo el agua, zumo de frutas sin pulpa, bebidas carbonatadas, té claro y café negro.

¡POR SUPUESTO! La responsabilidad de un paciente bajo sedación debe estar siempre a cargo de un Médico Especialista en Anestesiología, reanimación y terapia del dolor, con experiencia en técnicas infiltrativas, habilidad de titular las drogas que se administren y experticia en el manejo de la vía aérea, monitoreo de las constantes vitales y aplicación de técnicas de resucitación. ¡La presencia de un Anestesiólogo puede significar la diferencia entre la vida y la muerte; así de claro!

Solo en los casos de anestesia general. Sin embargo, al aplicar una SC, se deben tener siempre a mano todos los recursos profesionales y de soporte vital que permitan hacer frente a cualquier eventualidad y salvaguardar la vida del paciente, y entre los cuales; los tubos endotraqueales y dispositivos de ventilación mecánica son indispensables.

Indudablemente suman a la cuenta y elevan el importe final del tratamiento. La ocupación y uso de una infraestructura verdaderamente diseñada y equipada a tal fin, la intervención de un Médico Anestesiólogo con su personal auxiliar y el traslado de los equipos y materiales dentales necesarios para cumplir el objetivo terapéutico, son variables que tendrán siempre un considerable impacto económico.

Es necesario ir siempre acompañado, ya que es muy útil y reconfortante recibir apoyo físico y emocional luego del procedimiento, y además; imprescindible delegar la responsabilidad del traslado al lugar de residencia. Luego de una sedación, son frecuentes los sentimientos de torpeza, confusión y desorientación.

La sedación consciente es una técnica que permite el rápido retorno del paciente a su estado de normalidad, lo que hace posible darlo de alta sin mayores demoras luego de terminar el procedimiento. Sin embargo, es común experimentar cierto grado de somnolencia y cansancio, razón por la cual recomendamos esperar; al menos, una hora antes de abandonar las instalaciones.

Básicamente posponer por 24 horas cualquier actividad que requiera de coordinación mental, balance o equilibrio; tales como: conducir, operar maquinarias, hacer cálculos complejos o cualquier otra función que demande precisión psicomotriz.

Ninguno adicional al que amerite el postoperatorio anestésico de rutina (24 horas) y el tratamiento dental dispensado.


COMO EN MUCHAS PERSONAS DE MI GENERACIÓN, EL MIEDO A LOS ODONTÓLOGOS SE PRODUJO POR UNA PÉSIMA EXPERIENCIA EN LA NIÑEZ, PERO GRACIAS A LA SEDACIÓN; PERDÍ EL PÁNICO Y ME HE PODIDO COLOCAR VARIOS IMPLANTES DENTALES".

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